Siente

No pensamos en el daño que podemos provocar, no pensamos en lo que tenemos alrededor, huimos de lo que no conocemos, la vanidad se nos queda grande. No nos conformamos con lo que tenemos, queremos más, y muchas veces no tenerlo es lo correcto.

El gesto menos apropiado en el momento más apropiado puedo llevar a una gran colisión en nuestro cerebro, malas miradas en buenos momentos, miradas honestas en malos momentos… 

No encontramos el eco de la discusión por ningún lado, y sin embargo nos gusta enfrentarnos. Respondemos cuando no es necesaria la respuesta, y no respondemos cuando realmente deberíamos. 

No encontrar una razón para seguir un camino es lo que nos lleva a pensar si es realmente lo que haces o lo que no hacemos. No hay necesidad de puertas ni murallas. No hay razón por la que bloquear nuestra mente ante un imprevisto. No hay por qué.

A veces las palabras salen solas, otras ni siquiera. Muchas letras, palabras, símbolos en un papel describiendo, expresando, sintiendo. 

No nos damos cuenta que muchas veces lo único que necesitamos es un abrazo, una palabra, una mirada, un gesto. No necesitamos un teléfono inteligente que nos sustituta a las personas, que nos conecte a ellas. Simplemente no nos sustituye ni nos conecta, nos aleja de la realidad, del sentimiento, de las personas.

¿Cuándo sabes realmente cuando llora una persona? ¿Por qué o qué intención tenía al decirnos algo? ¿Qué siente? Nunca lo sabremos si no nos limitamos a sentirlo, a vivirlo. No muestres signos de necesidad, no tengas sentimientos, no llores, no rías, no pienses, nadie se va a dar cuenta de ello, nadie te estará mirando para secarse esa lágrima, reír contigo, pensar contigo, sentir contigo...

Cuando te des cuenta de todo lo que te vas a perder alrededor, será demasiado tarde.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Querido Marcos...

Gracias a ti.

Mi mundo manos arriba.