Un día dura tres otoños.

Hola,

¿Cómo estás? Llevo mucho tiempo sin saber de ti, sin saber si aún sigues recorriendo los lugares que tanto te gustan. ¿Sigue el bar al que solíamos ir abierto? Espero que sí, son tantos los momentos que hemos vivido allí…

¿Sigues haciendo escalada? Recuerdo cuando me decías que fuera contigo pero siempre me negaba… Ojalá hubiera dicho que sí.

Hace mucho tiempo que no hablo contigo y tenía ganas de hacerlo. Tenía ganas de contarte que nada es igual, todo es diferente y… No sabes cuánto te echo de menos.

Echo de menos como solías animarme cuando todo parecía mal, como cualquier mundo inventado por una gran tristeza se convertía en un universo de alegría. ¿Te acuerdas cuántas veces nos sentábamos en aquel banco a contemplar el atardecer sin decir nada?

Echo de menos contarte lo mal que me ha ido el día, que te rías de mi por no saber guiarte en la receta de algún plato o postre, que te quedes a mi lado cuando algo me da miedo y me dices lo valiente que soy.

Echo de menos tu sorprendente fuerza para abrir el bote de pepinillos o tus dotes informáticas cuando borro algo que no debía del ordenado. Te echo tanto de menos…

Atrás quedó todo y no hay ningún día que no te eche de menos. Estas lejos, lo sé, pero no quiero sentir este vacío que me dejaste al marcharme. Sé que a ti también te dejé ese vacío y maldigo el día en que decidí irme a buscar la felicidad en otra parte sin darme cuenta que todo lo que quería para ser feliz lo tenía a mi lado.




Un día dura tres otoños.







*Un día dura tres otoños: expresión china que se utiliza cuando uno echa de menos a alguien.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Querido Marcos...

Gracias a ti.

Mi mundo manos arriba.